Los trabajos de excavación realizados dentro de la Campaña de Voluntariado 2025 se cierra con un balance de importantes hallazgos tanto en el recinto superior del Palacio Ibn Mardanís, como en el entorno, que evidenciarían la importancia de este enclave como un gran Complejo Palaciego a nivel de de las ciudades palatinas andalusíes cercanas a Murcia.
El concejal de Pedanías y Vertebración Territorial, Marco Antonio Fernández, ha visitado el avance de estas importantes actuaciones, que comenzaron el pasado 7 de julio, y que han logrado acceder hasta el suelo del recinto superior del Palacio Ibn Mardanís, descubrir otras infraestructuras hidráulicas en el recinto de este enclave que forma parte de las Fortalezas del Rey Lobo, y evidenciar los usos de las Torres en las que se ha trabajado.
En este sentido el edil responsable del proyecto estratégico de Fortalezas del Rey Lobo ha destacado la importante labor de los 25 voluntarios que se han implicado en estas tareas de excavación, dentro de la Campaña de Voluntariado 2025 en la que han participado alumnos de la Universidad de Murcia (UMU) y voluntarios externos, y que finaliza hoy con importantes hallazgos tras trabajar en dos áreas diferentes localizadas, cada una de ellas en sendas terrazas que se encuentran junto al camino de acceso de subida al Castillejo.
Estos trabajos permiten descubrir que las dos Torres exteriores se levantaron para ejercer el control de acceso al edificio
Marco Antonio Fernández ha destacado que «gracias a estos hallazgos se han podido aclarar algunas de las incógnitas con las que se trabaja como es el uso para almacén de agua, ya que en la Torre superior se han descubierto dos estancias en su interior, una de las cuales se deduce era un aljibe para abastecer de agua al recinto superior del Castillejo».
Otro de los importantes hallazgos resultantes de esta excavación es que las dos Torres exteriores sobre las que se ha trabajado se confirma que están totalmente alienadas con la gran balconada que hay en lado este del recinto superior del Castillejo, lo que reforzaría la hipótesis de zona de control del acceso al propio edificio y de vigía, además de relacionarse con una posible infraestructura de acceso directo a la zona superior.
Además, gracias a este minucioso trabajo se ha podido excavar y llegar hasta los suelos originales de uso de las dos Torres. Respecto a las características del suelo, en la estancia del mencionado aljibe es de tierra apisonada, y en la segunda de mortero de cal.
El concejal de Pedanías y Vertebración Territorial, Marco Antonio Fernández, ha destacado que «ha sido una grata sorpresa el haber podido alcanzar con esta excavación la base y el nivel de profundidad de suelo de época medieval islámica».
Los trabajos han permitido encontrar en el entorno edificaciones y estructuras hidráulicas evidenciando un gran complejo palaciego
Gracias a los trabajos realizados en el entorno del Palacio de Ibn Mardanís se han descubierto importantes evidencias de que estamos ante un gran complejo palaciego.
Estos hallazgos se corresponden a elementos arquitectónicos de época islámica, y otros de carácter hidráulico como restos de canalizaciones, norias y acueductos, lo que supone que el edificio de el Castillejo no está solo, sino que se encuentra en el centro de un amplio espacio urbanizado o palatizado, de una envergadura que podría resultar, en extensión y concepción, muy similar al de las ciudades palatinas andalusíes cercanas a la capital como es el Conjunto Arqueológico de Medina Azahara de Córdoba.
Éxito de participación de los voluntarios de la UMU y otros, procedentes de diferentes grados como Medicina, ADE e Ingeniera Química
El concejal de Pedanías y Vertebración Territorial, Marco Antonio Fernández, ha destacado la importante labor que han realizado estos 25 voluntarios, 21 procedentes de la Universidad de Murcia y el resto externos interesados en participar como ha sido el caso de un estudiante procedente de la Universidad de Ohio con raíces murcianas.
Los trabajos, iniciados el 7 de julio y que finalizan hoy 1 de agosto, se han organizado en dos turnos de excavación, aunque la mayor parte de los voluntarios inscritos en el primero han continuado colaborando a lo largo del mes.
Estos estudiantes, procedentes de Grados tan dispares como Medicina, Ingeniería Química, ADE, Derecho, Relaciones Internacionales e Historia del Arte, han trabajado principalmente con picos, azadas y carretillas para retirar la tierra, y el trabajo más fino con herramientas como la catalana y cepillos, y siempre supervisados por las arqueólogas municipales.